Proyecto impulsa bajar los intereses que cobran las tarjetas de crédito
Intenta fijar un tope en los porcentajes que cobran bancos y financieras por las compras realizadas con tarjeta de crédito. Una iniciativa que apunta a defender al consumidor. Dicen que su aprobación estimularía el consumo.
El titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, junto a los diputados Alfredo Dato y Luis Cigogna, de Frente para la Victoria, autores e impulsores de la iniciativa, buscan modificar el artículo 16 de la ley 26.065.
El proyecto pretende incentivar el consumo y defender el dinero de los usuarios, fijando un limite a las tasas de interés.
La modificación aspira a establecer que bancos y financieras emisores de tarjetas podrán aplicar intereses compensatorios o financieros que no superen el equivalente a dos veces la tasa de interés calculada, sobre el promedio de las tasas que pagan por depósitos a plazo fijo de más de un millón de pesos.
Alfredo Dato, diputado y coautor del proyecto, consultado por Buenos Aires Económico, sostiene que con la nueva medida se ampliaría el espectro de crédito por consumo.
«Estimamos que 12 millones de tarjetas de crédito circulan en el país, y entendiendo ese número, vemos que la mitad de la población las utiliza para todo tipo de transacción y compras. Entonces haciendo una mínima modificación de la ley, les facilitaría a bancos y a financieras seguir operando en el mercado con un margen de ganancia, pero a la vez les daría una mayor protección a los consumidores», explica Dato.
El diputado tucumano también sostiene que la idea es «tomar como indicador la tasa pasiva en un plazo fijo de un millón de pesos. Quiere decir, permitir una tasa de interés que duplique la retribución de los plazos fijos abonada por los bancos. Esta reforma implicaría una diferencia más que razonable, sobre todo cuando el financiamiento de las tarjetas se otorga a deudores calificados previamente», explica el abogado de Frente para la Victoria.
Según el análisis de los autores, el promedio de la tasa de interés cobrado por los distintos emisores de tarjetas en 2009 fue de casi 40%, mientras que con la tasa propuesta en el presente proyecto la tasa hubiera alcanzado menos del 25% en el mes con mayores intereses.
La iniciativa ya fue enviada a las comisiones de Legislación General, que preside Vilma Ibarra, de Nuevo Encuentro; y Finanzas, a cargo de Adolfo Prat Gay, de Coalición Cívica.
El proyecto, según asesores de ambas comisiones, deberá esperar «probablemente hasta fines de abril» para empezar a ser analizado.
Cláusulas y especulación. Acceder a una tarjeta de crédito implica la aceptación de un contrato de adhesión, cuyas cláusulas siempre están preestablecidas, y por lo general, los usuarios no solo las desconocen, tampoco las entienden, y se encuentran en una posición desfavorable respecto la entidad emisora.
Si bien, los consumidores y los bancos tienen sus intereses contrapuestos, es importante y necesario establecer un marco para obtener ganancias y protección que contemple a ambas situaciones.
«Un medio adecuado para ello es la limitación de la tasa de interés pasible de ser obtenida por las entidades financieras», dice Dato, que remarca también que, desde siempre, se consideró que «la tasa usuraria es contraria a la moral y buenas costumbres» y, por eso, «su fijación entra en el ámbito del orden público».
A favor del consumidor. Entre las principales quejas y consultas que reciben las asociaciones de defensa al consumidor, las liquidaciones de tarjetas de crédito y los elevados intereses, integran el cuarto lugar del ranking de los reclamos.
Sin duda, que de aprobarse este proyecto de modificación, el principal beneficiario sería el usuario.
Para Sandra González, titular de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (ADECUA), «el proyecto es muy bueno y tendría que haberse hecho hace mucho tiempo atrás. Se puede decir que tardaron bastante en instaurar un instrumento necesario y justo para la gente». Y agrega que los principales reclamos y dudas que recibe en su institución provienen por las «liquidaciones poco claras, y los pagos mínimos abultados que siempre obliga a los usuarios a pagar fortunas. Con el actual sistema de crédito, nunca se salda una deuda, constantemente se está pagando el mínimo y con eso altas tasas de interés.»
González, diferencia los intereses que cobran las entidades bancarias de los locales comerciales y las distintas tarjetas de crédito que circulan por el país.
«Por un lado están las tradicionales Visa, Mastercard y American Express. Pero también circulan una amplia gama de oferta de tarjetas de todo tipo, otorgadas en diversos locales del país. En esos casos, los intereses son todavía mucho más elevados que las otras», explica la titular de defensa al consumidor.
Entre los motivos de consulta, las principales preocupaciones trasladadas por los usuarios, son los trámites bancarios, resúmenes de tarjetas, pagos de altos intereses, y diversos problemas con entidades financieras, entre otros.
La medida que impulsan los diputados oficialistas, y que ya se encuentra en ambas comisiones, tuvo gran aceptación entre las asociaciones que defienden los intereses de los consumidores, entre ellas Adecua, Consumidores Argentinos y Deuco.
Los titulares de las entidades, para evitar problemas innecesarios, sugieren a los usuarios pedir una copia del contrato, y hacer un análisis previo al pedir préstamos o tarjetas.
También sostienen que cualquier proyecto que regule las tasas es bueno para el desarrollo del mercado y protección del usuario.
La modificación establece que «si en un futuro, las tarjetas pagasen menos intereses, se contará con mayores recursos para ampliar el consumo, lo que a su vez, generará efectos positivos en la economía nacional.
«Establecer un tope a las tasas tiene por fin defender los derechos de los consumidores al crédito justo, es decir, la modificación de la ley tiene como objetivo proteger los derechos individuales», destacan sus autores.
El debate sobre la regulación del mercado de las tarjetas de crédito es continuo y se da en todos los países del mundo. El más reciente y de mayor impacto fue el ocurrido el año pasado en Estados Unidos, donde la Cámara de Representantes aprobó la llamada «Ley de los Derechos de Usuarios de Tarjetas de Crédito». Otra reforma interesante, y para nombrar un caso más cercano, fue la realizada en Chile que establece transparencia y regulación de las tarjetas de crédito. Argentina recién dio un paso en esta materia con la sanción de la ley 25.065, en diciembre de 1998.
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Autor: MP
Fuente: Diario Buenos Aires Económico (BAE) 27/3/10
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